Descripción del oso polar
Estos mamíferos pueden medir hasta 2.6
metros en el caso de los machos con un peso de 300 a 1002 kilos y 1.9
metros con un peso hasta de 300 kilos en hembras.
Su cuerpo está perfectamente adaptado a
su tipo de hábitat y a las condiciones extremas de este. Es por ello que
posee patas desarrolladas tanto para largas caminatas como para nadar a
lejanas distancias. Sus orejas y la cola son pequeñas para mantener el
calor corporal. Para regular su temperatura, su piel cuenta con una
gruesa capa de grasa y un frondoso pelaje traslúcido conformado por
miles de pelos llenos de aire que lo mantienen a una temperatura
estándar.
Realmente su piel es color negro, esto
para atraer más al sol y aumentar su calor corporal. El color blanco de
sus pelos es más bien un reflejo de la luz y no su color en sí.
Hábitat del oso polar
Habitan en Canadá, Groenlandia, Dinamarca, Noruega, Rusia, Alaska y existen ejemplares en Islandia.
Alimentación del oso polar
Este animal carnívoro se alimenta de
crías de focas y algunas veces de renos, llegando a comer hasta 30 kg
diarios de alimento. Debido a que el agua de esos lugares es salada, no
la consumen y por lo tanto aprovechan los fluidos necesarios de la
sangre de sus presas.
Se han estudiado casos de canibalismo,
principalmente de machos que al tener escasez de alimento, opta por
alimentarse de algún otro oso polar joven o muerto.
Reproducción del oso polar
Su madurez sexual la alcanzan a los 3 o 4
años y el período de apareamiento se da en los meses de abril y mayo en
donde macho y hembra conviven, tratándose amistosamente para poco a
poco relacionarse.
El macho puede seguir las huellas que la
hembra deja hasta por 100 km o un poco más y pelear con otros machos al
grado de dejarse heridos, con cicatrices o dientes rotos. Todo para
determinar quién tendrá el derecho de reproducción.
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